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====== ¡Es la tolerancia, idiota! ======
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  * [[Opinión]]
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27/03/2025

Esta mañana me estrené en Mastodon con una reflexión que hace demasiado tiempo que me viene rondando la cabeza acerca de la tolerancia y nuestras libertades:

[{{ :captura_de_pantalla_de_2025-03-27_12-06-24.png?400 |Hace mucho tiempo que se nos fue la manita con eso de ser tolerantes con los intolerantes, con el derecho universal de algunos a exponer y defender sus ideas de mierda. Y aquí estamos, tragando mecha.}}]

[{{ :captura_de_pantalla_de_2025-03-27_12-10-08.png?400 |Y esta tolerancia, al final se traduce en que somos intolerantes con nosotros mismos, porque estamos dando espacio a los que les gustaría eliminarnos físicamente. Es un error garrafal que vamos a pagar muy caro.}}]

Me gustaría poder ampliar un poco este razonamiento, que a algunos podría parecerles un poco radical, pero que en realidad es un clamor por la supervivencia de nuestras libertades y contra aquellos que se sirven de esas mismas libertades para arrebatárnoslas a los demás.

Servirse de las libertades y de la democracia para pisotear a otros es una de las más antiguas y gastadas tácticas de la ultraderecha, y no hace falta ser muy listo para conocer a dónde lleva siempre la estrategia de la ultraderecha. No voy a ponerme ahora a dar una lección de historia a nadie, pero va ya para más de un siglo desde que en 1922 los squadristi de Mussolini marcharan sobre Roma a exigir un poder que no les correspondía (sólo contaban con un escaño en las elecciones del año anterior). Esta gente, lo que no puede obtener por las buenas, lo obtienen por las malas. Y lo hacen porque desde las llamadas «derechas moderadas» (un oxímoron del que ya hablaremos en otro momento) se prefiere a la ultraderecha antes que a la más tibia de las opciones progresistas. Si hay que sacrificar la democracia y las libertades para conservar los privilegios, pues qué pena.

Los intentos de proscribir al nazismo en Alemania tras la Segunda Guerra Mundial, aunque bien intencionados (ya que no fueron capaces de purgar adecuadamente a sus cuadros nazis, muchos de los cuales escaparon de rositas) al final no han sido todo lo eficientes que deberían, y por culpa de eso, hoy tenemos al partido criptonazi Alternativa por Alemania medrando gracias a una masa ignorante que consciente o inconscientemente, ha olvidado los desastres provocados por esa ideología. También estos se benefician de un régimen de libertades para acabar de un plumazo con ellas en cuanto tengan la menor oportunidad.

Y tanto el plan táctico como los objetivos estratégicos de este movimiento, cada vez más poderoso, cada vez más influyente, se repiten como calcados de un país de Europa a otro. Se han asentado como un fondo de podredumbre en casi todos los parlamentos occidentales, nutriéndose del descontento, sea real o inducido por una prensa y unos medios afines, sumisos y vendidos a intereses económicos contrarios a cualquier forma de regulación para los que, de nuevo, es más importante liquidar cualquier forma de progresismo por tibio que sea que preservar las libertades. Si para ello hay que mantener a la gente en un constante estado de alarma, estrés o enfado, así sea.

Y es por eso por lo que, bajo mi punto de vista, no podemos seguir tolerando este tipo de ideologías como si fueran normales o decentes. Una cosa es aprovecharse de las libertades para enriquecerse y conservar sus privilegios como hace la derecha tradicional, y otra muy distinta utilizarlas para sojuzgar o exterminar a cualquiera que no comparta su pensamiento único. Tolerar, consentir o contemporizar con esta gente es peligroso, es insensato y además es indecente. La tolerancia es un camino que debe recorrerse en los dos sentidos, y si no es así no es tolerancia, sino sometimiento.
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{{tag> opinión}}